lunes, 2 de enero de 2012

Sobre la representación

El siguiente texto lo escribió Leonardo Da Vinci allá por el siglo XV, y forma parte del Tratado de la Pintura, un compilado de pensamientos de Da Vinci realizado por Rafael Du Fresné un siglo después. El texto contiene preceptos útiles para cualquier pintor ante la tarea de realizar una pintura, es puramente técnico, puede leerse simplemente como manual de pintura. En este extracto, por ejemplo, nos explica con mucho detalle cómo se debe representar una batalla.

Pero si uno olvida por un momento la parte técnica de este texto, ya que uno no es pintor, y se concentra meramente en los elementos narrados, en cómo son descriptos y presentados, nos encontramos con el principio básico de la narración, ya sea literaria, cinematográfica o pictórica.

Se me ocurre que si uno desglosa toma por toma las imágenes de una batalla épica en cualquier buena película, sin duda se encontrará con muchas de estas imágenes. A disfrutar.


Para pintar una batalla

Ante todo se representará el aire mezclado con el humo de la artillería, y el polvo que levanta la agitación de los caballos de los combatientes; y esta mezcla se hará de esta manera. El polvo, como es materia terrea y pesada, aunque por ser tan sutil se levanta fácilmente y se mezcla con el aire, vuelve inmediatamente a su centro, quedando sólo en la atmósfera la parte más leve y ligera. Esto se hará de modo que apenas se distinga casi del color del aire. El humo mezclado entre el aire y el polvo, elevado a una altura mayor, toma la semejanza de espesas nubes, y entonces se dejará distinguir el polvo, tomando aquel un color que participe azul, y quedando este con el suyo propio. Por la parte de la luz se hará la referida mezcla de aire, polvo y humo iluminados. Los combatientes cuanto más internados estén en la confusión, menos se distinguirán, y menos diferencia habrá entre luces y sombras. Hacia el puesto de la fusilaria o arcabuceros se pintarán con color encendido los rostros, las personas, el aire y aquellas cosas que estén próximas, el cual se irá apagando conforme se vayan separando los objetos de la causa. Las figuras que queden entre el Pintor y la luz, como no estén lejanas, se harán oscuras en campo claro, y las piernas cuanto más se aproximen a la tierra, menos se distinguirán; porque por allí es sumamente espeso el polvo. Si se hacen algunos caballos corriendo fuera del cuerpo de la batalla, se tendrá cuidado en hacer nubecillas de polvo que levantan, separadas una de otra con la misma distancia casi los trancos del caballo, quedando siempre mucho más deshecha la que esté más distante del caballo, y mucho más alta y enrarecida; y la más cercana se manifestará mucho más recogida y densa. El terreno se hará con variedad interrumpido de cercos, colinas, barrancos; las balas que vayan por el aire dejarán un poco más de humo en su dirección; las figuras del primer término se verán cubiertas de polvo en el cabello y cejas, y otras partes a propósito. Los vencedores que vayan corriendo llevarán esparcidos al aire los cabellos o cualquier cosa ligera, las cejas bajas, y el movimiento de los miembros encontrado; esto es, si llevan delante el pie derecho, el brazo del mismo lado se quedará atrás, y acompañará al pie el brazo izquierdo; y si alguno de ellos está tendido en el suelo, tendrá detrás de si un ligero rastro de sangre mezclada con el polvo.

En varias partes se verán señaladas las pisadas de hombres y caballos, como que acaban de pasar. Se pintarán algunos caballos espantados arrastrando del estribo al jinete muerto, dejando el rastro en la tierra.

Los vencidos se pintarán con el rostro pálido, las cejas arqueadas, la frente arrugada hacia el medio, las mejillas llenas de arrugas arqueadas, que salgan de la nariz rematando cerca del ojo, quedando en consecuencia de esto altas y abiertas las narices, y el labio superior descubriendo los dientes, con la boca de modo que manifieste lamentarse y dar gritos. Con una mano defenderán los ojos, vuelta la palma hacia el enemigo, y con la otra sostendrán el herido y cansado cuerpo sobre la tierra. Otros se pintarán gritando con la boca muy abierta en acto de huir. A los pies de los combatientes habrá muchas armas arrojadas y rotas, como escudos, lanzas, espadas y otras semejantes. Se pintarán varias figuras muertas, unas casi cubiertas de polvo y otras enteramente: y la sangre que corra de sus heridas irá siempre con curso torcido, y el polvo mezclado con ella se pintará como barro hecho con sangre. Unos estarán expirando, de modo que parezca que le están rechinando los dientes, vueltos los ojos en blanco, comprimiéndose el cuerpo con las manos y las piernas torcidas. También puede representarse algún soldado tendido y desarmado a los pies de su enemigo, y procurando vengar su muerte con los dientes y las uñas. Igualmente se puede pintar un caballo, que desbocado y suelto corre con crines erizadas por medio de la batalla, haciendo estragos por donde pasa; y algunos soldados caídos en el suelo y heridos, cubriéndose con el escudo, mientras que el contrario procura acabarlos de matar inclinándose todo lo que puede. Puédese también hacer un grupo de figuras debajo de un caballo muerto; y algunos vencedores separándose un poco de la batalla, y limpiándose con las manos los ojos y mejillas cubiertas del fango que hace el polvo pegado con las lagrimas que salen. Se puede figurar un cuerpo de reserva, cuyos soldados manifiesten la esperanza y la duda en el movimiento de los ojos, haciéndose sombra con las manos para distinguir bien el trance de la batalla, y que están aguardando con atención el mando de su jefe. Puédese pintar este comandante corriendo y señalando con el bastón el paraje que necesita de refuerzo. Puede haber también un río, y dentro de él algunos caballos, haciendo mucha espuma por donde van, y salpicando al aire de agua. Se ha de procurar que no haya llanura alguna en donde no se vean pisadas y rastros de sangre.

Leonardo Da Vincidando este con el suyo propio. nubes, y entonces se dejara distinguir el polvo, tomando aquel un color que participe azul, y que


viernes, 25 de noviembre de 2011

jueves, 17 de noviembre de 2011

Think Different

Era 1997 cuando Steve Jobs volvía a estar frente a Apple. Luego de muchos años de ausencia retomaba el control de la compañía y quería comunicarlo a su estilo.

Apple estaba concursando para seleccionar una nueva agencia que se encargue de su publicidad pero Jobs no estaba conforme con las propuestas recibidas. Fue entonces que no dudo en llamar a su antiguo amigo y creativo publicitario Lee Clow, con quien Jobs realizó el comercial que lanzó al Macintosh al mercado en 1984, comercial que para muchos es el mejor de la historia.

Lee Clow que trabajaba en la agencia TBWA/Chiat/Day ya no participaba en concursos para asignarse clientes, su credenciales deberían ser suficientes. Pero el Consejo de Apple ya estaba entrevistando agencias y se volvía muy difícil hacerse con el proyecto sin ni siquiera hacer una propuesta creativa.

Clow finalmente accedió a dar una presentación. Presentó un concepto que emocionó a todos y rápidamente se hizo con el proyecto. Jobs recuerda el momento con mucha emoción.

Se me hace un nudo en la garganta, de verdad se me hace un nudo en la garganta. Está muy claro que a Lee le encantaba Apple. Era el mejor en el campo de la publicidad, y no había tenido que pasar por un proceso de selección por diez años. Y aún así, allí estaba, intentando con todas sus fuerzas resultar elegido, porque amaba a Apple tanto como nosotros. Su equipo y él presentaron una idea brillante, ¨Think Different¨(Piensa Diferente), diez veces mejor que cualquier otra cosa que hubieran propuesto las demás agencias. Me llegó a lo más hondo y todavía lloro cuando pienso en ello, tanto por el hecho de que Lee se preocupara hasta ese punto por nosotros, como por lo genial que era su idea de ¨Think Different¨. Muy de vez en cuando, me encuentro en presencia de la verdadera pureza – pureza de espíritu y amor -, y siempre me hace llorar. Es algo que me conmueve y se apodera de mí. Aquel fue uno de esos momentos. Había en ello una pureza que nunca olvidaré. Lloré en mi despacho mientras me mostraba su idea, y todavía lloro cuando pienso en ello.

Me impresionaron estas palabras de Steve Jobs y su reconocimiento a lo que un grupo de publicistas puede aportar a una marca. Dotándole de un aire completamente nuevo frente a sus competidores. Reconociendo que de alguna manera una campaña ayudaba a delinear una filosofía de vida, un lineamiento a seguir como marca. Un origen. Un espíritu.

viernes, 21 de octubre de 2011

Los chinos ya lo hicieron

Es sabido que los chinos tienen una cultura milenaria muy adelantada a la nuestra, y que por consecuencia nuestra cultura terminó absorbiendo muchos de los adelantos que los orientales habían conseguido. Por ejemplo el papel, la imprenta, la porcelana, la pólvora, o la seda se saben que son aportaciones que le dio la cultura China al mundo.

En el cine ese avance también se ve, conciente o inconscientemente a lo largo de la historia se ha imitado mucho del cine asiático, ya sea de China, Japón, Corea o Tailandia. Por eso sepamos que muchas de las veces que consideremos una idea creativa, muy probablemente los chinos ya lo hayan hecho.

Si se les ocurre un monstruo con forma de sombrilla que da lengüetazos, los chinos ya lo hicieron en 1968.

Yôkai hyaku monogatari (100 monsters Kimiyoshi Yasuda 1968)

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cineasta ilimitado

En la película de Neil Burgues Limitless (2011) el protagonista Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor totalmente bloqueado creativamente que es incapaz de escribir un párrafo entero. Se encuentra por obra, forzadísima, del azar con la posibilidad de acceder a unas píldoras que no sólo le permiten superar su bloqueo mental sino que amplifican la actividad del cerebro al 100% otorgándole una capacidad de percepción y conocimientos aparentemente ilimitados.

Hasta ahí lo interesante de Limitless. La pregunta… ¿Qué haría si tuviera acceso a esa pastilla?

Yo, me dedicaría a ser director de cine. Mi ópera prima sería valiente y revolucionaria como El Ciudadano Kane. Redefiniría el lenguaje del cine y la forma de verlo como D.W Griffith. Encontraría una nueva estructura narrativa exitosa. Haría sólo películas buenas, a diferencia de Woody Allen. Filmaría películas tan intensas como las de Stanley Kubrick pero todos los años. Le descubriría nuevos significados al cine de Ingmar Bergman. Descongelaría a Walt Disney después de descubrir la cura a su enfermedad y co-dirigiríamos un cuento de hadas recuperando para siempre el cine de animación tradicional. Escribiría la Cahiers du Cinema yo solo. Sería un genio comercial como George Lucas. Mis películas quedarían grabadas en el inconsciente colectivo. Revulsionaría el mundo del cine aportando nuevas tecnologías como James Cameron. A recibir mis premios Oscar iría un indio Toba. Viajaría en el tiempo como en Volver al Futuro. Lograría que el público y la crítica coincidan su gusto en una película. Seguiría filmando hasta bien viejo como Manoel de Oliveira y dejaría inconclusa una última película que contendría la gran obsesión de toda mi vida.

lunes, 3 de octubre de 2011

The greatest movie ever sold es la más grande película jamás vendida.


Afiche realizado por Ron English: The greatest artist alive

Las marcas tienen un lugar importante en nuestras vidas, ellas están definiendo hoy en día nuestras sociedades. Podemos entender las diferencias de nuestras idiosincrasias simplemente comparando cómo llaman a una hamburguesa de Mc Donalds en Europa. Y si las marcas están en nuestras vidas, también lo están en el cine.

El director Morgan Spurlock, quien ya se metió con un gigante como lo es Mc Donalds al analizar los hábitos alimenticios y la obsesión con la comida chatarra de la sociedad norteamericana en Super Size Me (2004), puso el ojo sobre este fenómeno del marketing. La penetración de las marcas dentro del cine. Conocido en el mundo del marketing como product-placement.

The greatest movie ever sold (Morgan Spurlock 2011) es un documental que explora el mundo del marketing y la publicidad. Cómo las marcas encuentran nuevos medios todo el tiempo para comunicar su producto de la manera más creativa posible en algunos casos y en otros de manera descarada. En esta búsqueda de medios no tradicionales de comunicación las marcas encuentran un aliado en la industria del cine. Y la industria del cine encuentra en este co-branding un vehículo más para su financiación, pero sobretodo encuentra un aliado que ayuda a garantizar el éxito comercial, valiéndose de los canales de comunicación propios de sus marcas para comunicar sus películas.

Todo este proceso es develado en The greatest movie ever sold, donde es el mismo director Morgan Spurlock el que propone venderse como medio de promoción de estas marcas, al mismo tiempo que el proceso de venta se convierte en la película. Se debate si colocar una marca dentro de una película es de alguna manera pervertirse, perder la integridad, al mismo tiempo que lo vive en carne propia. Nos devela la frialdad del pensamiento calculador del marketing al mismo tiempo que lo utiliza para acercarnos a nosotros a la sala de cine.

Sin dudas un gran documental para debatir sobre el rol del product-placement cada día más influyente en el cine, en el arte y en casi todos los ¨medios¨ de nuestra vida.

Para finalizar esta entrada sobre product-placement quisiera dejar un espacio para mantener en el recuerdo la figura de ese gran compañero que supo ser Wilson. Sentimos mucho su perdida.

lunes, 26 de septiembre de 2011

SUBTE B

Viajar en subte puede ser sumamente emotivo.

Songs from the second floor (Roy Andersson 2000)